Festivaleros! estuvimos presentes en la 18ª edición del Festival Womad Las Palmas de Gran Canaria del 10 al 12 de noviembre de 2017. En los tres días de festival, han pasado por la Aldea Womad, instalada en el Parque de Santa Catalina, más de 45.000 personas: 40.000 asistentes a conciertos, y más de 5.000 a los talleres infantiles y de adultos y a las proyecciones cinematográficas.
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El público canario era muy respetuoso y variado - desde familias con sus peques, grupos de jóvenes y bastante gente mayor - y además curioso con la veintena de conciertos, que empezaron todos puntuales. Se notaba que estaban todos muy ilusionados con la vuelta del Womad a Las Palmas, después de la ausencia de 6 años. Hay que mencionar el gran trabajo de la producción que tuvo poco tiempo para organizar todo, resultando en un gran éxito.
De la variada programación musical en el festival, destacamos cinco conciertos que nos llamaron más la atención.
Empezamos por Papaya, el nuevo proyecto de la canaria de ascendencia chilena Yanara Espinoza, de Violeta Vil. Su estilo tiene como claros referentes el pop de los años 80, en especial el latinoamericano, la new wave, la música beat de los años 60, los ritmos exóticos y los arreglos orquestales de guateque. Añadiendo su voz oscura y andrógina y su personalísima puesta en escena, nos presentaron con un directo fresco y alegre que cautivó el público en la apertura del festival. No hace mucho confirmaron que Papaya fue seleccionado para tocar en WOMAD Charlton Park 2018, en julio próximo en Reino Unido.
Miroca Paris es el multi-instrumentista de Cabo Verde que recorrió el mundo como el percusionista de Cesária Évora durante 11 años. Nació en una familia de músicos, con siete años comenzó a tocar la batería y a los trece Miroca exploró el canto, la guitarra y la percusión. Durante su directo, tocó varios instrumentos, cantó con mucha emoción y bailó con espectadores que invitó a subir al escenario.
Por tercera vez este año, volvemos a coincidir con la Orkesta Mendoza y como siempre es imposible estar parado e indiferente a su "indie mambo". Echamos de menos al cantante Salvador Durán, que ya no acompaña a la Orkesta y fue reemplazado por Brian López, de Xixa. Los temas ganaron nuevos arreglos y la elección de un contrabajo en vez de un bajo eléctrico fue muy acertada y dio más cuerpo al conjunto. Nos encanta sus conciertos y no nos cansamos de bailar con el virtuoso Sergio Mendoza y su Orkesta.
La cantante y compositora franco-marroquí Hindi Zahra nos sedujo con su soul, blues, folk, rock, chanson, música oriental, jazz y poliritmia norteafricana, cantados en en inglés y en tamazight, su lengua materna. Su cuscús musical lleno de sensibilidad fascinó a un público muy atento y emocionado.
El gran guitarrista y cantante tuareg Bombino nos llevó de paseo por su adorado desierto a través de los ritmos hipnóticos de su guitarra eléctrica, percusiones y coros. Hizo entrar en trance al público con su blues-rock del desierto, cantado en tamakesh, la lengua más común entre los tuaregs. Nuestro guitar hero tuareg preferido.
No podemos dejar de mencionar el pasaje de Niño de Elche, este cantaor atípico que fascina con su experimentación, improvisación, electrónica, rock, danza...
El cierre del festival fue celebrado el domingo con el pasacalles Womad Gran Canarias, que llenó el Parque de Santa Catalina con títeres de gran escala y disfraces elaborados especialmente para la ocasión durante los talleres. Fue en clima de alegría que nos despedimos de Las Palmas de Gran Canarias ya pensando en volver para el próximo Womad en 2018.
El cierre del festival fue celebrado el domingo con el pasacalles Womad Gran Canarias, que llenó el Parque de Santa Catalina con títeres de gran escala y disfraces elaborados especialmente para la ocasión durante los talleres. Fue en clima de alegría que nos despedimos de Las Palmas de Gran Canarias ya pensando en volver para el próximo Womad en 2018.
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