Ska-p en Pirata Rock Madrid 23
Octubre y pasando calor, mucho calor. Así es como empezábamos nuestra andadura por el fetival Pirata Madrid el pasado viernes en Rivas. Llegamos puntuales para no perdernos a ningún artista, ya que el cartel empezaba fuerte desde primera hora. Nada más llegar al recinto, un cartel de Bienvenidos Piratas nos daba una calurosa (nunca mejor dicho) acogida para disfrutar durante dos días de un gran festival. 

Tanto para la acreditación como para el acceso al recinto fue bastante ágil. Debido a lo temprano de la hora, todavía se podían apreciar los últimos retoques del festival. Una vez dentro, un generoso número de gente esperaba a la sombra a que Trashtucada diese el pistoletazo de salida. Puntuales, a las 17h saltaban al escenario los chiclaneros. Con su gracia y desparpajo habitual sacaron las primeras sonrisas de la tarde. Entre canción y canción, unos amigos de los trashtu, quisieron darle un regalo a Ferdy tras su reciente paternidad. Ferdy visiblemente emocionado agradeció el detalle, y enseguida continuó con lo suyo, los saltos y el baile. Tras pasar algún problemilla de sonido a mitad de actuación, los gaditanos se despidieron como ellos saben hacer, poniendo a corear al respetable su ya himno “De Festi, vale?”. Poco menos de una hora, que se hizo corta y que dejó a todo el mundo allí asistente con muy buen sabor de boca.

Sons of Aguirre en Pirata Rock Madrid 23

 

Los siguientes en salir a escena eran los siempre ácidos Sons of Aguirre. Es una banda que tampoco veo muy frecuentemente, pero desde luego cada vez que los veo hay más gente en sus conciertos y la gente cada vez está más enchufada con ellos. Algo estarán haciendo bien. Tras varios circles pits, cánticos a favor de UPyD y equilibrios de algún dinosaurio, los alicantinos sudaron la camiseta pero bien. Lo de cantar cara al sol, a ellos les pone. Deseando verlos de noche en algún gran festival. Ahí lo dejo. 

Tras el torbellino Sons, tocaba bajar revoluciones con los chicos de Nativa. Menos intensos, pero igual de dinámicos. Los brazos del público no paraban ni un momento de un lado a otro, al ritmo de los de Gandía. Con la noche ya entrada, se despedían dejando claro el porqué de su leitmotiv “Ahora o Nunca”. Imposible tener los pies pegados al suelo en sus conciertos. La última parte del viernes no pudimos disfrutarla, así que nos dejamos en el debe una próxima reseña de LCDM, Lágrimas de Sangre y Zoo. Aunque nos consta por lo visto en las redes, que la gente lo dio todo en sus conciertos.

Envidia Kotxina en Pirata Rock Madrid 23


Si el viernes habíamos pasado calor a primera hora, lo del sábado fue directamente un infierno. La apertura de puertas fue a las 15, y a pesar de la que estaba cayendo, la pista del recinto prácticamente se llenó para ver a los incombustibles Envidia Kotxina. Tras el ritual kotxinero, saltaban como alimañas sobre el escenario para dar, en mi opinión, uno de los conciertos del finde. Sin descanso alguno, iban devorando temas a toda velocidad. Los pogos se multiplicaban y ellos lo gozaban encima del escenario. Especial reseña merece ver como a pesar de estar a más de 30 grados, poco les importó degustar a chorros el whisky entre canción y canción. Lo dicho, incombustibles. Una hora de bolo sin respiro y no apto para cardíacos.

Reincidentes en Pirata Rock Madrid 23

Una vez cogidas fuerzas a la sombra un rato, más madera, les tocaba el turno a Reincidentes. Con la nueva formación tras la salida de Finito de Badajoz y sustituyéndole Javi Chispes, los reinci siguen siendo los reinci. Pecarán quizás de poco dinamismo encima del escenario, pero las canciones suenan a rocanrol. Me gustaría poder resaltar la atmósfera que se creó en dos temas en concreto. Un mar de banderas republicanas cubrió el cielo de Rivas con los acordes de La Republicana, y un mar de brazos y voces inundo el auditorio a ritmo de Jartos de Aguantar, con la inestimable compañía de Alberto, Kosta y Grass de Boikot. Muy buen sabor de boca el que dejaron los sevillanos, y es que más sabe el diablo por viejo que por diablo. 

Cuando el escenario se empieza a llenar de luces, visuales y demás aparatos, ya sabes que el concierto va a ser de aúpa. Y es que los Boikot jugaban en casa, y cuando ellos lo saben, el concierto es otro. Se les ve más relajados y disfrutones que nunca. A ritmo de timbales comenzaban poco más de una hora de pura intensidad. Los vientos no paraban de moverse de un lado para otro, la apisonadora Grass marcaba el paso, Xabi y la triki flotaban por el escenario y Kosta, Alberto y Juankar, directamente disfrutaban. Todos sus himnos reivindicativos sonaron, haciendo hincapié en el tema “Bajo el suelo” en el que contaron con la colaboración a la guitarra de Raquel, lo que permitió a Alberto coger el micro y deleitarse. Para el estribillo quedaba lo mejor, y es que aparecieron entre bambalinas un grupo de chicas que no dudaron en dejarse la garganta y la piel, para gritar el derecho de las mujeres a ser respetadas. Show por todo lo alto el de los vallekanos, con un recinto completamente abarrotado.

S.A. en Pirata Rock Madrid 23


 

Después de todo el baile boikotero, tocaba ponerse serio y de negro, porque las guitarras afiladas y pesadas de Soziedad Alkoholika comenzaban a reventar oídos. Lo de S.A. son una auténtica barbaridad en todos sus conciertos. Son un reloj suizo, ninguna nota está fuera de su tiempo. Todo funciona y suena cuando toca. Los visuales que llevaron esta vez me gustaron mucho, ya que les da un toque todavía más oscuro y contundente. El logo de S.A. paso de estar en llamas, a sumergirse en el océano, a tener más agujeros que un queso o directamente a ser descompuesto por una lluvia ácida. Un juego de luces y visuales muy acertado, que no hace más que agrandar la imagen de los vitorianos. Como siempre, de diez.

EUKZ  en Pirata Rock Madrid 23

 

A pesar de que el cansancio ya parecía aparecer en algunos, a los castellonenses de EUKZ poco les importó. El feo y los suyos salieron a comerse el escenario como ellos solo saben hacer. El hambre desmesurada del feo encima de un escenario es admirable. El tío lo da todo encima del escenario y cada estribillo que canta le sale de las entrañas. Repartieron su buena dosis de veneno como ellos solo saben hacer.

Y pasadas las 23:30, le tocaba el turno al plato fuerte del festival. Ska-p, anunciaba este concierto para despedirse de Madrid, tras anunciar un parón indefinido. Conociéndolos volverán, pero para ellos fue su último concierto. Y muestra de las ganas que tenían, fue el momentazo en el que tras una breve intro de Jaque al Rey con el Txiquitín disfrazado de monarca, saltaban las guitarras al escenario con Joxemi llevándose por delante el micrófono de pulpul cuál tsunami. El micro por los suelos, pero ellos por los aires. No quisieron tampoco sentirse solos, y contaron con la compañía del Gato López, nos recordaron porque tan importante es el mestizaje. Se relajaron fumando un poquito de cannabis, echaron unos bailes con sus colegas, no se olvidaron de Romero el Madero y se fueron a la guerra con Niño Soldado. 

Nos recordaron la importancia de ver la vida en colores, mandaron a más de uno a la mierda y entre tanto movimiento, no se olvidaron de echar un último baile con el vals del obrero. No faltó ni uno. Todo temazos. Como no podía ser de otra manera, en la despedida se acordaron de su amado rayito y nos emplazaron a un futuro, que esperemos que no sea muy lejano. Larga vida a Ska-p.

Ska-p en Pirata Rock Madrid 23

 

Con todo el subidón de Ska-p, esto no podía bajar las revoluciones, así que un poquito de espichufrenia para el cuerpo y a darlo todo hasta el fin de fiesta. Y quién mejor que Narco, para cerrar una fiesta. Si Narco no está en la fiesta, eso no es una fiesta. Con las pilas cargadas como siempre, y rebosando electricidad y energía, comenzaba a sonar su ya famoso “Mosqueaos, primo estamos muy mosqueaos…”, con ese ritmo machacante, saltaban al escenario, convirtiendo el auditorio en una rave. 

Una vez comenzada la rave, aquello ya no se detuvo. El jaleo y el mamoneo estaba garantizado. Nos recordaron que ellos son los camellos, no dudaron en irse a la esquina a visitar al trapichero. Tuvieron su bajona y les entraron ganas de suicidarse. Sacaron a pasear todos los pasos de Semana Santa, tuvieron tiempo de experimentar en su laboratorio, nos recordaron que necesitan veneno para funcionar, se cogieron un kolikotron y por si fuera poco este sube y baja de sensaciones, llamaron a su camello favorito Yoni, y nos recordaron por qué la fiesta termina, cuando viene la p*** policía.

Un final a la altura de lo que fue el festival durante todo el fin de semana. Buen aterrizaje el del Pirata Festival en Madrid. Buen sonido, los accesos sin problemas, no era difícil encontrar a alguien de la organización si tenías algún problema. Las barras funcionaban de manera ágil, y había zonas de descanso suficientes para tomarte un respiro. Les ponemos un notable a la organización, ya que siempre se puede mejorar, pero en líneas generales, muy buena sensación la que dejó el festival. Esperemos que sea la primera edición de muchas.

 


Saltimpunki

Nativa en Pirata Rock Madrid 23

Trashtucada en Pirata Rock Madrid 23


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