Un Festival en Madrid! Se dice pronto que cueste tanto encontrar al menos un día de Festi en la capital. Y más raro parece con la respuesta de la gente: papel agotado, demanda arrolladora en las redes sociales y muchas ganas de pasarlo bien desde primera hora de la tarde con el césped del Campus de la Complutense abarrotado de gente empezando el festival antes de pasar dentro. El sitio invita a ello, el día también, así que había que aprovecharlo.
Tras pasar el exhaustivo control policial (las cosas de la Botella) y conseguir entrar, nos espera Santi y sus chicos lesbianos. No tenía yo tan claro que Love of Lesbian encajaran por estos lares pero lo cierto es que como dijo Pancho Varona, Madrid se declara Lesbiana. Su concierto es una absoluta fiesta, con un setlist muy bien pensado para la ocasión. En una hora perfecta para ellos, con el atardecer de fondo, la gente no paró de bailar. Y por si quedaba alguien a quien ganarse, la invitación a Eva Amaral para cantar a dúo Segundo Asalto terminó por desatar la fiesta. Más allá de críticas baratas o de prejuicios en los que se mezclan otras cosas, lo cierto es que su concierto es una fiesta en la que bailas, cantas, ríes y te lo pasas bien. No se trata de eso?
Tiempo después para respirar un poco, hidratarse sufriendo los precios algo elevados de la bebida (sigue habiendo festis y organizadores que se olvidan que estamos en crisis) y acercarnos a ver a Foals. Tenía ganas y curiosidad por verlos después de descubrirlos en el Spotify y no sólo cumplieron las expectativas sino que las superaron. Un sonido intenso, un directo cuidado, quizá algo excesivo y muchas ganas de enganchar a la gente. Estaremos atentos a ellos.
Después no pudimos evitar ver esa tela floreada al más puro estilo papel pintado setentero y escuchar a Vampire Weekend, aunque fuera cenando. Y nos reafirmamos en su falta de carisma y de decibelios sobre el escenario. Imprescindibles sólo para fans. Aunque quizá los neoyorkinos hayan aprendido algo de este DCODE Festival.
Porque si algo desbordó Amaral fue intensidad, energía, sonido, carisma, conexión con su público y espectáculo. Eva se ha convertido en un auténtico icono sobre el escenario. Desborda pasión, magnetismo y sobre todo voz. Escandalosa su actuación, la única en España en este año. Un servidor estuvo con la boca abierta durante la hora y pico de concierto, totalmente enganchado a un directo puro. Cierto es que tienen su detractores entre los indies más puretas y cierto es también que algunas de sus consignas suenan algo populistas. Pero escuchar esa Revolución te hace creer que quizá otro mundo es posible y que necesitamos que caras populares como Eva y Juan se impliquen todavía más en cambiar las cosas. El colofón versionando a un maestro como Bowie asombró a la multitud aunque Bowie es mucho Bowie... Pero... Por qué no podemos ser Heróes? El final sonó a despedida momentánea, a punto y seguido en busca de nuevos retos. Un placer chicos, nos veremos pronto.
Y entonces el DCODE Festival se transformó en una clase masiva de aerobic. Los culpables, unos enérgicos Franz Ferdinand que se ganaron a la gente desde el Buenas Noches inicial. Los escoceses juegan en otra liga, conocen sus virtudes y las explotan hasta reventarte. Es literalmente imposible quedarte quieto. Su riff de guitarra te obliga a saltar, a sudar, a gritar. Pocos, muy pocos grupos (y hemos visto unos cuantos) consiguen que la gente disfrute de esa manera en directo. El éxtasis llegó con un Take me Out absolutamente redondo y donde el espectáculo estaba en el escenario con Alex Kapranos subido por los altavoces y en el público enloqueciendo a su ritmo. Se les esperaba con ganas y no decepcionaron en ningún momento.
Con ellos se consolida un DCODE Festival que este año se ha quedado en un día y que quizá ha quedado un poquito atropellado con tantos grupos en tan sólo unas horas. La gente, unos 25000 según la organización, ha respondido y aunque quedan cosas por mejorar como el sonido en algunos momentos o los precios en general del interior del recinto, lo cierto es que Madrid necesita un Festival de verdad, con grandes nombres y en el que todos tengamos cabida. Quizá para la edición de 2014.
J&B
Parte de la Actuación de Franz Ferdinand en el DCODE Festival 2013
Tras pasar el exhaustivo control policial (las cosas de la Botella) y conseguir entrar, nos espera Santi y sus chicos lesbianos. No tenía yo tan claro que Love of Lesbian encajaran por estos lares pero lo cierto es que como dijo Pancho Varona, Madrid se declara Lesbiana. Su concierto es una absoluta fiesta, con un setlist muy bien pensado para la ocasión. En una hora perfecta para ellos, con el atardecer de fondo, la gente no paró de bailar. Y por si quedaba alguien a quien ganarse, la invitación a Eva Amaral para cantar a dúo Segundo Asalto terminó por desatar la fiesta. Más allá de críticas baratas o de prejuicios en los que se mezclan otras cosas, lo cierto es que su concierto es una fiesta en la que bailas, cantas, ríes y te lo pasas bien. No se trata de eso?
Tiempo después para respirar un poco, hidratarse sufriendo los precios algo elevados de la bebida (sigue habiendo festis y organizadores que se olvidan que estamos en crisis) y acercarnos a ver a Foals. Tenía ganas y curiosidad por verlos después de descubrirlos en el Spotify y no sólo cumplieron las expectativas sino que las superaron. Un sonido intenso, un directo cuidado, quizá algo excesivo y muchas ganas de enganchar a la gente. Estaremos atentos a ellos.
Después no pudimos evitar ver esa tela floreada al más puro estilo papel pintado setentero y escuchar a Vampire Weekend, aunque fuera cenando. Y nos reafirmamos en su falta de carisma y de decibelios sobre el escenario. Imprescindibles sólo para fans. Aunque quizá los neoyorkinos hayan aprendido algo de este DCODE Festival.
Porque si algo desbordó Amaral fue intensidad, energía, sonido, carisma, conexión con su público y espectáculo. Eva se ha convertido en un auténtico icono sobre el escenario. Desborda pasión, magnetismo y sobre todo voz. Escandalosa su actuación, la única en España en este año. Un servidor estuvo con la boca abierta durante la hora y pico de concierto, totalmente enganchado a un directo puro. Cierto es que tienen su detractores entre los indies más puretas y cierto es también que algunas de sus consignas suenan algo populistas. Pero escuchar esa Revolución te hace creer que quizá otro mundo es posible y que necesitamos que caras populares como Eva y Juan se impliquen todavía más en cambiar las cosas. El colofón versionando a un maestro como Bowie asombró a la multitud aunque Bowie es mucho Bowie... Pero... Por qué no podemos ser Heróes? El final sonó a despedida momentánea, a punto y seguido en busca de nuevos retos. Un placer chicos, nos veremos pronto.
Y entonces el DCODE Festival se transformó en una clase masiva de aerobic. Los culpables, unos enérgicos Franz Ferdinand que se ganaron a la gente desde el Buenas Noches inicial. Los escoceses juegan en otra liga, conocen sus virtudes y las explotan hasta reventarte. Es literalmente imposible quedarte quieto. Su riff de guitarra te obliga a saltar, a sudar, a gritar. Pocos, muy pocos grupos (y hemos visto unos cuantos) consiguen que la gente disfrute de esa manera en directo. El éxtasis llegó con un Take me Out absolutamente redondo y donde el espectáculo estaba en el escenario con Alex Kapranos subido por los altavoces y en el público enloqueciendo a su ritmo. Se les esperaba con ganas y no decepcionaron en ningún momento.
Con ellos se consolida un DCODE Festival que este año se ha quedado en un día y que quizá ha quedado un poquito atropellado con tantos grupos en tan sólo unas horas. La gente, unos 25000 según la organización, ha respondido y aunque quedan cosas por mejorar como el sonido en algunos momentos o los precios en general del interior del recinto, lo cierto es que Madrid necesita un Festival de verdad, con grandes nombres y en el que todos tengamos cabida. Quizá para la edición de 2014.
J&B
Parte de la Actuación de Franz Ferdinand en el DCODE Festival 2013
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