El SOS 4.8 ha sido uno de los festivales que este año ha ido trabajando en su cartel sin prisa, pero sin pausa y sin hacer mucho ruido hasta conseguir sumar un listado interesante para inaugurar la temporada festivalera. Porque este SOS, que lleva ese subtítulo tan flamante de Festival Internacional de Acción Artística, no parece haber dejado indiferente a nadie. El 6 y 7 de Mayo Murcia volverá a acoger una nueva edición de este festival que para esta edición de 2016 añaden un tercer día, el domingo 8 de Mayo por la ciudad.
Su anuncio de cartel por días ha entusiasmado a unos con la misma intensidad que ha decepcionado a otros. Como en todo, esto va en gustos. Quizá les falte un gran headliner de esos que por sí mismos atraen a los festivaleros, pero el resto de nombres pueden llenar dos días para hacer las delicias de los más fieles. Pero lo mejor es que os lo contemos y que juzguéis por vosotros mismos.
El viernes 6 de Mayo la gran atracción son los veteranos Manic Street Preachers que se encuentran girando celebrando el veinte aniversario del Everything Must Go. Junto a los galeses, también estarán sus vecinos de Escocia Chvrches. Con mucho menos recorrido pero con un directo más que interesante son una de esas propuestas que suelen sorprender. Esa primera noche también será el turno para el directo presentación del nuevo disco de Love Of Lesbian, la energía de León Benavente, Toundra, los Corizonas que también andan de estreno y mucho más incluido un buen puñado de DJ's como Luciano, Eme DJ o la "R3" Virginia Díaz.
El sábado 7 es la noche de Pete y sus chicos malos, The Libertines. Si tienen su noche será memorable. En caso contrario siempre puedes apostar por la música nacional con Amaral, Triángulo de Amor Bizarro, Kiko Veneno, los interesantes Modelo de Respuesta Polar o Second que jugando en casa garantizan un buen directo.
Y para terminar el festival, el domingo 8 de MayoAngel Stanich y Señores llenarán de música Murcia en la novedad de este año que será ese tercer día de mañaneo-tardeo por la ciudad.
Son sólo algunos ejemplos de lo que puedes encontrarte en el SOS 4.8. Por cierto que los abonos para los dos días siguen a la venta a 49'99 más gastos y las entradas de día las puedes conseguir por 34'99 más gastos. Ahora, tú eliges.
El vuelo número uno procedente del planeta Lollapalooza aterrizaba hace una semana en el aeropuerto berlinés de Tempelhof, cerrado en 2008 para aviones y viajeros y recuperado, al puro estilo Berlín, para eventos como por ejemplo este festival.
Probablemente el festival de música alternativa más emblemático de Estados Unidos, donde empezó en los 90, Lollapalooza cuenta ahora con franquicias en Chile, Argentina, Brasil (próximamente Colombia) y cuando se plantearon dar el salto a Europa, tanto su creador Perry Farrell (Jane's Adiction) como el equipo de festival tenían claro que la ciudad tenía que ser Berlín.
El recinto, como digo, un antiguo aeropuerto, hace patente ese afán berlinés de usar antiguas infraestructuras para nuevos proyecto (ya os hablamos del Berlín Festival). Un escenario, el Perry's Stage dentro de un antiguo hangar de aviones, otro, el Main Stage con la torre de control a sus espaldas, o los otros dos Main 2 y Alternativa delante del antiguo edificio gris de las terminales, daban al festival un aspecto urbano y chocante a primera vista. La sensación de estar de prestado en un sitio en el que no deberías.
Lollapalooza Berlín intenta pues mantener el espíritu original del Lollapalloza (palabra que significa 'algo inusual y extraordinario'), originalidad visual, música rebelde y cultura joven... y adaptarlo a la identidad propia de la primera ciudad europea que lo alberga. El resultado entronca totalmente con el espíritu del nuevo Berlín, en el que la espontaneidad que la vio crecer en los 90 dio paso al caos y al desborde creativo como producto de moda que atrae a jóvenes de toda Europa (y a festivales); sin complejos ni ataduras estéticas, al menos aparentes, y con un concepto único de la diversidad y de lo poco académico, que les permite experimentar con cosas que en cualquier otro lugar serían inimaginables.
LO MALO
El aterrizaje de Lollapalooza llegó contra todo pronóstico con un retraso considerable. Nuestra primera sensación del festival fue cambiarle el nombre y llamarlo Cola-palooza, pues dos horas después de llegar al recinto todavía no habíamos entrado. Al entrar, el colorido de la cartelería, los puestos de comida y bebida y el diseño de los escenarios y recinto en general, se mezclaba con el gris del suelo que otrora albergó las pistas de despegue y aterrizaje del aeropuerto.
El hecho de estar en un sitio que prometía ser mágico se mezclaba con gente haciendo colas para todo. Para comer un kebab, un perrito o un plato de arroz vietnamita, había gente que esperaba hasta 1 hora de cola, con paciencia alemana. Para pedir una cerveza, bueno, "sólo" veinte minutos. Para ir al baño, ni se sabe, mejor buscarse la vida con métodos alternativos que perderse los conciertos en la cola del WC.
El primer día fue bastante lamentable en ese aspecto. Los datos de la organización nos hablan de 50.000 personas por día, y está claro que o bien los puestos no estaban dimensionados para tanto o todo el mundo iba muy lento haciendo sus cosas. Hubo gente que se puso en la cola para comer y acabó haciendo merienda-cena. El domingo tema de los baños pareció arreglarse; se solventó una avería mecánica que parece provocó el pequeño caos del sábado. Cosas del directo. aunque personalmente creo que hubo un poco de todo.
Finalmente, que el festival acabara a las 11 de la noche también nos dejó un poco fríos. Al acabar el último concierto, había que irse del recinto puesto que no había más opción musical por allí. Al menos para el público general, porque los vips y prensa sí podíamos acceder a una afterparty con, por ejemplo, Martin Garrix pinchando en una de las salas very importantes. Se hubiera agradecido un espacio con Djs para el resto de la gente. Menos mal que la noche en Berlín tiene mucho que ofrecer a quien sabe buscar.
LO BUENO
Me gustó la parte visual, con monigotes que parecían sacados de comics noventeros, y los colores vivos que le daban al festi en general un aspecto de feria psicodélica. A eso ayudaba la carpa LollaFunFair de donde surgían espectáculos de teatro callejero que recorrían el recinto del festival. Un teatro de estética steampuk, subcultura inspirada en los fans de la tecnología victoriana y el progreso en forma de mecánica neumática, vestidos y trajes de esa época, carromatos imposibles haciendo carreras conducidos por pilotos chiflados con gafas de aviador... un toque para trascender la música y hacer del festival algo más que una serie de conciertos.
También apoyaban esa intención el escenario Kidzapalooza, en el que los más peques pudieron disfrutar de actuaciones especiales para ellos, talleres, películas, la zona llamada Lollart y el Fashionpalooza, presentando a los pies de un avión (de verdad) tendencias de moda en un rincón del recinto.
El festival, además, se enorgullece de su carácter verde en forma de contenedores de reciclaje, un espacio verde con información dentro del recinto y el uso de vasos reciclables. El resultado, poca basura por el suelo y un festival bastante limpio, como tiene que ser. El precio nos pareció un poco caro en relación a la ciudad aunque en el límite de lo desorbitado. 4,5€ por algo más de un tercio de cerveza. Bueno, ¿y qué esperábamos?
LA MÚSICA
Musicalmente el cartel a priori era de lo mejorcito que se podía ver en Europa si nos centramos en un tipo de música pop de corte británico completado con una sección electrónica y aderezado con toques de variedad alemana. Faltó algo más del rock más guitarrero que construyó la imagen de los primeros Lollas en los 90.
El primer día hubo altos y bajos, y de los bajos lo más sonado para mi fueron The Libertines. La recuperada banda de Pete Doherty ganas -las mismas que teníamos nosotros de verles- y con actitud ante un público alemán que les adora. Pero después de las buenas sensaciones iniciales se fueron diluyendo y por momentos parecía tratarse más de un ensayo que de un concierto, falto de ritmo, canciones a medio terminar y falto de acercarse al micro mientras cantas Pete! Los mejores momentos, el inicio del concierto, su himnos antiguos 'Time for Heroes' o 'Don't Look Back Into the Sun'. En definitiva, un concierto ramplón y un consejo: esos nuevos himnos para la juventud maldita hay que ensayarlos más, chavales. Eso sí, fotogénicos sois un rato.
La unión de Franz Ferdinand con Sparks (FFS) resultó divertida a media tarde por lo a ratos estrafalario de la misma. Aunque tampoco acabó de convencer sobre todo si vas esperando la energía de los Franz y te quedas con esta colaboración que no aporta gran cosa a las bandas por separado.
Una colaboración que resulta exactamente lo que te esperas de ella es la unión de Skrillex y Boys Noize llamada Dog Blood, que dan tralla electrónica mezclando el dub step evolucionado del primero con el electro más punk del segundo.
Los electropoperos Hot Chip también nos dejaron muy buen sabor de boca, a pesar de tocar a primera hora de la tarde. Una gran lección de mezclar electrónica con instrumentos y unas melodías hipnotizantes. Así como los austríacos Parov Stelar Band, que han dado con una tecla muy bien tocada, aunando la moda del electroswing que ellos llevan ya tiempo cultivando, con ráfagas trompeteras y unas bases muy bailables. Todo ello completado con el incuestionable carisma y presencia escénica de su actual cantante Cleo Panther.
Como no había comido nada se me ocurrió ponerme en la cola de los perritos que me fue llevando, muy poco a poco y sin remedio, desde los ecos de Chvrches hacia la grandilocuencia de Bastille, asistiendo sin quererlo a una versión un tanto infame de la famosísima 'The Rithm of the Night' de Corona.
La sopresa del primer día fueron para mi los alemanes Deichkind, un grupo de hip hop electrónico con una puesta en escena brutal a base de cascos, trajes o guitarras de luces, disfraces imposibles y un dinamismo del escenario y la banda que completan un todo muy espectacular.
Para el Domingo todo estaba mejor, la entrada, los baños y la música también acompañó durante todo el día. Además al ir comidos pudimos disfrutar de los conciertos más libremente. De todo se aprende. Nada más llegar tanto Stereophonics como Klangkarussell nos metieron enseguida en el festival cada uno a su manera, los primeros a base de ese pop tan british de la vieja ola que te deja con ganas de más y los segundos a base de un house cantadito, a ratos demasiado deep para mi gusto y para primeras horas, en el cual el tiempo se desvanece.
Unos de los grandes destacados, pese a llegar tarde, empezar tarde y tocar apenas 40 minutos, fueron, como no, Crystal Fighters, que nos dieron rienda suelta a las ganas que teníamos de botar y despelucarnos. Hubo momentos para temazos de su último y bailongo disco, como 'You and I' , cositas más antiguas como 'I Love London', para su demostración a la txalaparta electrónica y para el recuerdo, como no, de su fallecido batería Andrea Marongui. Uno de los conciertos que más conectó con una audiencia no excesivamente expresiva la alemana.
Con el subidón nos fuimos a ver Beatsteaks, que mantuvieron el nivel y fue una pena no poder ver el concierto entero porque se solaparon con el retraso de Crystal Fighters. Pero los alemanes sonaron atronadores y nos pegamos unos buenos guitarrazos de aire el tiempo que tuvimos. Ya en la recta final, Sam Smith, posiblemente la mejor voz del festival, me aburrió (lo siento) soberanamente. Supongo que también tuvo algo que ver las ganas de ver a Seeed, que clavaron su raggamuffin elegante y estuvieron de diez en constante conexión con el público. Jugaban en casa y se notaba mucho. Pero ya había motores calentando no muy lejos de allí y sus vientos nos arrastraban hacia el escenario principal y hacia el concierto más esperado del fin de semana.
Algunos insensatos optaron por irse a ver a Tame Impala (es broma) mientras Matt Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominic Howard salían al escenario convertidos en una máquina llamada Muse, como si fueran los creadores de la música que salvará al mundo en la era tecnológica. El poso de crítica social desde su casi inalcanzable posición en el mundo de las superestrellas me genera algo de contradicción. Pero creo que Matt se lo cree. Y estés de acuerdo o no, es innegable que la perfección del directo, el sonido que consiguen sin bases pregrabadas (creo y espero), la épica de las canciones y el dominio del tempo, de los instrumentos y de la escena, hacen que Muse no necesiten ya ni siquiera de grandes alardes de luces o de fuegos artificiales para ponerte los pelos de punta con cada nota y con cada grito desgarrado. No hay diferencia entre canciones nuevas y antiguas, todo suena compacto y fluido a la vez, hasta el mínimo detalle tiene importancia en el todo. Y ese todo es aplastante.
Iba a disfrutar y ver qué pasaba y Muse me paso por encima como un avión despegando hacia el futuro al que te quedas mirando con la boca abierta.
kboy
Muse, de los mejores conciertos que se pueden ver a nivel mundial
Pocas veces se tiene la oportunidad de disfrutar de un Festival desde la primera edición. Y mucho más difícil es hacerlo de alguno de los clásicos. Este va a ser el caso de Lollapalooza, el gigante americano que da el salto a la vieja europa y el 12 y 13 de septiembre celebrará su primera edición en Berlín. Todo un acontecimiento para el que no han escatimado esfuerzos y cartel.
Serán sólo dos días pero habrá hasta cinco escenarios, incluido uno para niños, algo que, por lo que hemos visto últimamente, cada vez es más habitual en los festivales (los festivaleros se hacen mayores y se llevan a sus hijos de festival). Nos llama también la atención lo madrugador del Festival (a mediodía ya habrá actuaciones), y lo pronto que cierra, antes de la medianoche. Doce horas donde el antiguo Aeropuerto de Tempelhof no parará de escuchar grupos. Así que como veis, van a ser dos días intensos en los que ver todo lo que uno quiere se va a hacer difícil.
Para ayudaros en la elección, os contamos algunas de las cosas que son imprescindibles para nosotros. Arrancaremos el sábado 12 casi con la comida en la boca porque a las dos de la tarde es el turno para Everything Everything.
A las cuatro veremos en el Main 2 a Mighty Oaks y una hora después, en el Main 1 a Parov Stelar Band o a Hot Chip en el Alternative.
A las seis se subirán al escenario Franz Ferdinand & Sparks, a la misma hora que en el Perry's Stage comenzará Digitalism. Será uno de los momentos en los que los Festivaleros tengamos que usar el superpoder de estar en dos sitios a la vez. Churches a las siete en el Alternative Stage será la siguiente parada y una hora después no nos perderemos a Dog Blood, queremos ver qué sale de la unión de Skrillex y Boys Noize.
El sábado, Lollapalooza Berlín cierra por todo lo alto, tres conciertos a las nueve y media de la noche en sus tres escenarios principales y cada uno de ellos podría ser cabeza de cartel en cualquier otro festival.
En el Main 1Macklemore & Ryan Lewis, en el Alternative StageThe Libertines y en el Perry's Stageel p***Fatboy Slim. Como veis, música para todos los gustos. Nosotros estaremos, sin ninguna duda viendo a Pete y a sus chicos, no todos los días se ve sobre el escenario a este "bad boy" y sus conciertos tienen el espectáculo garantizado.
Ya veis que no hay respiro. Y el domingo 13, más de lo mismo. Al mediodía comienzan los conciertos, pero habrá que esperar a las tres para escuchar a Stereophonics. A las cinco, nuevo desdoblamiento de los Festivaleros porque coinciden dos grupos totalmente distintos Belle & Sebastian y Crystal Fighters. Veremos lo que nos deja hacer la magia de Lolla para verlos. A las seis, en el Main 2 tendremos la segunda oportunidad de ver a Beatsteaks. Alguna vez se nos escaparon, pero en Berlín lo tenemos marcado en rojo. Sam Smith y Seeed nos dejarán preparados para el gran cierre de Lollapalooza.
De nuevo tres conciertos imprescindibles para decirle adiós a la primera edición de Lollapalooza Berlín. En el Main 1Muse, en el Alternative StageTame Impala y en el Perry's StageMartin Garrix. Otra vez tres conciertazos. Pero aquí tampoco tenemos dudas. Llevo mucho tiempo persiguiendo al genio Matt y esta vez no se me va a escapar. Aunque algunos piensen que Drones es más humo que música, lo cierto es que su espectáculo, su sonido y todo lo que rodea a un concierto de Muse merece la pena verlo. Con ellos cerraremos la primera edición de Lollapalooza Berlín. Un Festival que tiene pinta de que se va a convertir en una de esas citas festivaleras imprescindibles.
Qué poquito queda! En poco más de dos semanas tenemos música a un lado y playa al otro. Suena bien, eh? El FIB ha tardado en moverse este año pero ha cerrado uno de los carteles más interesantes de la temporada festivalera, cumpliendo con las expectativas y honrando a los 20 años que lleva dando guerra todos los veranos. Hasta el último momento han apurado para cerrar el cartel confirmando de una tacada otros 27 artistas, con mucho nombre de electrónica y con algunos románticos como DJ Rojiblanco (con la enciclopedia musical que tiene en la cabeza).
En definitiva, al FIB 2014 le ha quedado un cartel de lo más pintón con Kasabian como líder en su única fecha por España. Pero tras los británicos nombres como The Libertines, Lily Allen, Travis, Tame Impala, Paolo Nutini o Tinie Tempah demuestran que con 20 años a sus espaldas, cuando el FIB se pone serio sabe formar un cartel variado, diferente y a gusto de todos, guiris y no guiris.
Además, este año el FIB ha decidido crecer un poco más y con la iniciativa Rock This Town pretende implicar, aún más, al pueblo de Benicassim los días previos al Festival. Durante el martes 15 y el miércoles 16, diez bandas actuarán en unas jornadas donde además de música habrá danza y fuegos artificiales.
En total, cinco escenarios repartidos por todo el pueblo para que todo el mundo viva y sienta el FIB 2014. Un Festival que veinte años después sigue con las mismas ganas del primer día de rockandrolear y disfrutar con la playa, el sol y la música. Nos vemos en Benicassim!