De los casi 60 conciertos de esta edición conmemorativa del FMM Sines, nos fue muy difícil elegir solamente los 10 mejores. Por eso, no podemos dejar de comentar otros grupos que también nos llamaron la atención y nos impresionaron.
Širom
El trío esloveno nos sorprendió con lo que casi podríamos llamar una música electrónica orgánica, un sonido que viaja por los paisajes de la región del Carso. Estos músicos con orígenes en el punk y el pós-rock con su parafernalia de instrumentos (como un bajo, un ribab, un brac o un balafón entre muchos otros), presentaron un directo de un folk imaginario, con aproximaciones minimalistas y memorias de encuentros con músicos en la India, Marruecos, Mali, Grécia y otros lugares.
Carmelo Torres y su cumbia sabanera
Felicitaciones al FMM Sines por traer cumbia de raíz de la mano del acordeonista Carmelo Torres y su cumbia sabanera. Un auténtico viaje a la área rural de San Jacinto, en el sur de Cartagena, costa caribeña de Colombia.
Lajkó Félix
El virtuoso violinista húngaro Lajkó Félix nos presentó un directo en solitario de casi una hora ininterrumpida con dos violines. Aunque esperábamos que estuviera con su banda, no dejó de encantarnos.
El Leopardo
El Leopardo es una formación colombiana encabezada por el productor y DJ Dani Boom, también miembro de Systema Solar, que solía organizar raves con sus amigos para 5.000 personas en Bogotá. Resaltamos la originalidad del proyecto que incluye batería, percusiones, bajo y artes visuales. Un directo impecable con texturas techno, house, dub, electro cumbia y percusión colombiana.
Havana meets Kingston
Havana meets Kingston fue otro gran encuentro del festival. Mista Savona, pianista y figura clave del reggae en Australia, decidió unir músicos de Cuba y Jamaica para producir un álbum juntos. El resultado de roots reggae, dub y dancehall al lado de salsa y rumba fue una gran sorpresa.
Pekko Käppi & K:H:H:L
Los finlandeses Pekko Käppi & K:H:H:L, que significa “Huesos de Caballos Locos Muertos”, trajeron su folk con rock psicodélico, blues y pop. La originalidad del sonido de esta banda se debe al jouhikko, uno de los instrumentos de arco más antiguos de Europa, y las cigarbox de dos cuerdas que hacían el papel de guitarra y bajo.
Ammar 808
Ammar 808 hace un viaje por el Norte de África a bordo de una caja de ritmos vintage, la TR-808. Este proyecto del productor tunesino Sofyann Ben Youssef tiene la participación de voces de Túnez, Argelia y Marruecos, con canciones del targ, gnawa y raï, desconstruidas por dentro a través de la TR-808, del gumbri distorsionado, de la flauta gasbah y de la gaita zokra. Futurismo y folclore unidos con un sonido único. Altamente recomendable.
Timbila Muzimba
Timbila Muzimba son ocho músicos y bailarines que llevan 20 años difundiendo la música y cultura de Mozambique con mucha alegría. Tocan el m'bila (plural: timbila), un xilófono del pueblo Vachopi, que es el orgullo del país. Este concierto no dejó indiferente el público al atardecer del día 26 en el Castelo.
Sons of Kemet
Sons of Kemet trajo un directo potente de saxo tenor, tuba y dos baterías salpimentado por la diáspora caribeña en Reino Unido. A momentos nos pareció un poco áspero, quizás porque no estuviéramos preparados para su música en aquel momento. Hay que mencionar que tenían mucho nivel musical, principalmente el saxofonista y compositor Shabaka Hutchings.
Cordel do Fogo Encantado
Los brasileños Cordel do Fogo Encantado regresaron a los escenarios con un nuevo álbum lanzado en abril después de ocho años de pausa. Fue su segunda aparición en el festival con su música bastante peculiar que conecta el rock con el teatro, poesía popular y ritmos afro-indígenas de la región de Arcoverde, interior de Pernambuco en el Nordeste brasileño. El público cantaba las canciones de los discos anteriores y observaba atentamente sus nuevos temas. Los visuales y las luces han sido gran parte del show.
Enhorabuena FMM Sines. La dirección artística sigue siendo exigente y ecléctica. La organización ha sido muy profesional como siempre. Como cada año, descubrimos nuevos grupos provenientes de distintos países, que es el eje central de este festival, con el lema “Música con espíritu de aventura”.
A nivel logístico, hubo un recinto de camping más amplio y agradable y acceso entre Porto Covo y Sines facilitado por autobuses gratis. Añadimos que las actividades paralelas siguen siendo más numerosas y de calidad, como por ejemplo el paseo literario por las calles de Sines, a partir de las palabras de la escritora Cláudia de Campos.
Estamos ansiosos para descubrir los primeros nombres de la próxima edición del FMM Sines. Hasta el año que viene.
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